
Para vivir en plenitud lo primero es creer que se puede
abril 21, 2025La maternidad es, para muchas mujeres, una de las experiencias más transformadoras de la vida. Pero también puede ser una de las más solitarias, exigentes y emocionalmente desbordantes.
Y no necesariamente porque el hijo o hija demande demasiado, sino porque alrededor de la maternidad hay demasiados mitos. Demasiadas expectativas idealizadas. Demasiadas voces que dictan cómo “deberías” sentirte, comportarte, vincularte.
Muchos de esos mitos no solo son falsos: son dañinos. Porque nos empujan a sentir culpa por no encajar, por no estar siempre plenas, por necesitar ayuda, descanso, límites.
El mito de la madre que todo lo puede
Una de las creencias más comunes es la de la madre incansable. La que está siempre disponible, siempre amorosa, siempre paciente. Pero no existen las madres perfectas. Existe el cansancio real. El cuerpo que necesita dormir. La mente que se agota. Las emociones que se saturan.
«Reconocer que maternar cansa —y mucho— no es ser mala madre. Es ser humana. Y es clave para poder pedir apoyo sin culpa, para no exigirte desde lo imposible».
El mito del instinto automático
Se suele decir que “ser madre es instintivo”, que “una sabe qué hacer”. Y eso puede ser cierto en algunos aspectos. Pero en la práctica, muchas mujeres se enfrentan a dudas profundas, a miedos que no sabían que tenían, a una curva de aprendizaje emocional muy intensa. Nadie nace sabiendo calmar un llanto constante o gestionar la culpa de volver al trabajo.
La crianza se aprende. Se construye. No se espera que sepas todo, ni que sientas todo desde el primer día. Está bien no tener certezas. Lo importante es poder acompañarte también en ese proceso.
El mito de la felicidad constante
Otro mito difícil de sostener es el de que la maternidad debería ser siempre una fuente de felicidad. Que todo malestar es señal de algo que estás haciendo mal. Pero hay días en los que no vas a estar bien. Hay etapas en las que la soledad pesa, en las que la identidad se tambalea, en las que te preguntás en quién te estás convirtiendo.
Y sentir todo eso no te hace ingrata ni inadecuada. Te hace real.
El mito de la maternidad como única realización
Muchas mujeres se sienten atrapadas entre lo que desean ser y lo que creen que deben ser. Algunas no desean la maternidad. Otras, ya siendo madres, desean seguir desarrollando su profesión, sus vínculos, su vida personal. Y eso no las hace menos madres.
«La realización personal no debería tener una única forma. No toda mujer sueña con maternar, y no toda madre encuentra en la maternidad su centro. Y ambas cosas son válidas».
Romper con estos mitos no es rechazar la maternidad, sino liberarla de las exigencias que la vuelven una carga. Es permitir que sea una experiencia más auténtica, más habitada, más humana.
Porque no se trata de cumplir con un modelo ideal. Se trata de construir un vínculo posible, real, amoroso… empezando por el que tienes contigo misma.
Como madre, pero sobre todo como mujer, debes saber que no estás sola ni tienes por qué cargar con todo el peso.
Estoy para ti, para que hablemos y consigamos, juntas, las herramientas que te permitan vivir a plenitud.
Tu amiga,
Claudia Girón
@psclaugiron